Wednesday, October 20, 2010

JESUS DE LA HELGUERA ESPINOZA " UNA VIDA DEDICADA AL ARTE POPULAR " MEXICO 1910-1971. PARTE 1 DE 2.

JESUS ENRIQUE EMILIO
DE LA HELGUERA ESPINOZA.
UNA VIDA DEDICADA AL ARTE POPULAR.

Su nombre sigue siendo desconocido para muchas personas
de hoy en día, como lo fue también en su época, (40's, 50's,
60's). Curiosamente, pocos conocen el nombre del autor,
pero conocen la obra porque, como dice "artillerodel87" en
un foro sobre Helguera: "¿Quièn, en las dècadas de los 40's,
50's, 60's, 70s y hasta de los 80's del Siglo XX en Mèxico,
no tuvo un (Jesùs) Helguera en su casa?". Y es que, en verdad,
en todas las casas había "Helgueras" colgando de las paredes,
porque los regalaban. Sí... estoy hablando de los calendarios
con las alegorías pintadas por Jesús Helguera.

EL AGUILA.

Pero... ¿quién era ese señor?.

BIOGRAFIA
Nacido el 28 de mayo de 1910 en Chihuahua, México, Jesús Enri
que Emilio de la Helguera Espinoza  fue un pintor e ilustrador mexi
cano, hijo de Alvaro de  la Helguera García, un inmigrante español
y  de  Maria  Espinoza Escarzaga. Hijo de español y mexicana fue
un genio del oficio pictórico; de su vida se conoce poco, pues sien
do aún muy pequeño su familia se trasladó a la capital del país,dos
años después a Córdoba, Veracruz. A los cinco años el joven Hel
guera abandona México con su familia a causa de la revolución me
xicana. Su  infancia y juventud, al decir de don Álvaro Mondragón
quien por muchos años fue su fiel compañero, las pasó en la pobla
ción  española Ciudad Real primero, donde cursó sus estudios ele-
mentales  y en Madrid donde a los 12 años ingresó a la Escuela de
Artes  y  Oficios, para  de allí pasar a la famosa Academia de San
Fernando  donde  estudió bajo Marcelino Santamaria, Manuel Be-
nedito y Julio Romero Torres entre otros profesores.

Miguel Hidalgo y Costilla

Trabajó afanosamente en Madrid y Barcelona como ilustrador,has
ta que consiguió una plaza de maestro de artes plásticas en Bilbao.
Regresó a México ya casado con Julia Gonzáles Llanos madrileña,
dos años después del estallamiento de la guerra civil española, arri
bando  por  barco  a Veracruz hacia finales del año 1938. Aqui se
establecieron, donde  Jesús había vivido de niño. Disfrutó de la di-
versidad del paisaje, los rios, lagos y montañas. Se dió tiempo pa-
ra leery aprender sobre la historia mexicana. Tenía una fascinación
por la mitología Azteca. La esposa de Helguera, Julia,era su mode
lo favorito e inspiración para muchas de sus pinturas. Jesús pintó a
su  hermoso  modelo, Julia, portando  atuendos tradicionales de la
mujer mexicana del medio rural; con un rebozo y en otros momen-
tos, en  un  vibrante  vestido  folklórico. A  veces, Julia fue pintada
sexi y en otras ocasiones, vulnerable. A veces aparecía con rasgos
indígenas y en otras, una hermosa mujer mexicana. Algunas de las
pinturas  más populares de Helguera son cuando Julia aparece co-
mo  modelo  como una diosa sensual Azteca, es el caso de "La le-
yenda de los volcanes".

La Leyenda de Los Volcanes.

Padre de dos hijos, casi desde entonces y hasta su muerte, ocurri-
da  el 5 de diciembre  de 1971, trabajó  como artista exclusivo de
Cigarrera La Moderna, S.A. de C.V., empresa regiomontana que
realizaba en la imprenta de don Santiago Galas los famosos calen-
darios  anuales  que tanta fama cobraron durante el México de los
cuarenta y los cincuenta. En efecto, no había ferretería, fonda, con
sultorio  médico, taller, cantina, hogar  o  despacho que no tuviese
alguna  pared  ornamentada  con un calendario de Jesus Helguera.

El Paseo

Admirador  fiel  de  los  muralistas  mexicanos Diego Rivera, Jose
Clemente Orozco y  David Alfaro Siqueiros,así como de Gerardo
Murillo  conocido  como  el  Doctor Atl y de Rufino Tamayo, Hel-
guera fue poseedor  de una gran cultura visual que plasmó en cada
uno de sus lienzos: “el detallismo”. Modesto siempre en su manera
de  ser, pues jamás se sintió artista ni pretendió exhibir sus origina-
les,recibía cada año un guión literario por parte de La Moderna en
el  que  se  le especificaba el tema, el lugar, los personajes a repre-
sentar y los elementos componentes del cuadro; una vez que se dis
cutía  y  se aprobaba él lo interpretaba y le imponía su propio sello.

Unidad, Previsión, Trabajo
harán la grandeza de México.

Helguera viajaba a los lugares indicados por el guión con su equipo
de trabajo, compuesto por dos camarógrafos, un guionista y un au
xiliar, se  realizaban las tomas fotográficas necesarias de la escena,
particularmente  de la arquitectura, la flora y la fauna propias del si
tio  escogido, y una vez en su taller trazaba a lápiz los bocetos que
darían  lugar  al  original. Así  surgieron  sus  personajes mestizos e
idealizados que recordaban  a las damas y galanes del cine y de la
canción  ranchera  de  la  época  como  Gloria Marín, María Elena
Marquéz, Tito Guízar, Pedro Infante y Pedro Armendáriz, quienes
en “El rebozo”, “El mes de María”, “La oración de la Tarde”, “Or
quídeas para tí”, “La Despedida”, entre otros,dieron vida a lugares
como  las  huastecas potosina y tamaulipeca, los campos chicleros
de Quintana Roo, las montañas de Guerrero o Michoacán y los re
mansos fluvialesde Veracruz, Tabasco y Chiapas.

La Michoacana.

La textura, colorido, realismo y disposición de los personajes de la
obra de Helguera,ejercían un gran atractivo en el gusto popular.De
ahí que, como dice Carlos Monsivais en El encanto de las Utopías
dentro  del  Catálogo de la Exposición Identidades mexicanas, fue
“un pintor  de cabecera de las multitudes, que vivió siempre un do-
ble reconocimiento, la admiración de la mayoría y la referencia iró
nica  de la minoría”.

Orquideas para TI.

Y  es  que  la  producción  artística de Helguera, con  sus  paisajes 
paradisíacos, su  gran  capacidad fabuladora, su arte  popular  que 
nos remonta a principios de siglo,y sus escenarios  tan  dulcemente 
artificiales, fue  descalificada  por  los amantes del arte puro con el
despectivo calificativode kitsch; lo redujeron a un simple  pintor de
almanaques, denominación  que  aceptó sin dificultades, sin afecta-
ción  ninguna, consciente  siempre y, sin  falsa modestia, de que  el
grueso de la población y de sus múltiples admiradores, no sólo ad-
quirían  las  reproducciones de sus obras, sino que las exigían y las
disfrutaban  con  gusto  verdadero. En  una época de muy escasos
afectos  culturales en materia de artes plásticas, de pocos  museos
y  de  ausencia de bibliotecas, Jesús Helguera supo encarnar en su
obra artistica las sensaciones placentera de "lo bonito"

CENTINELAS DE LA PATRIA


eress...TU

1 comment: