MADRES UTILIZADAS POR DIOS EN LA BIBLIA
JOCABED: La Madre de Moisés.
Significa: Dios es glorioso.
(Hebreos 11:23). Exodo 2:1-10; 6:20
tigos" cuyas vidas y actividades dieron testimonio de su fe. Era de
la tribu de Leví. De Exodo 6:20 deducimos que sería de mayor e-
dad que su marido Amram, pues era su tía. Un matrimonio así fue
prohibido más tarde, pero durante el período de la confusión de
Egipto fue permitido. Cierto es que en ningún lado se enseña a ser
mamá; sin embargo la Biblia nos da ejemplos extraordinarios de
mujeres comunes que no pretendiendo ser perfectas e infalibles
dan ejemplo de cómo espera Dios que sea las mamas de nuestros
hijos.
Es un completo misterio, pero logró que nadie se enterará de que
acababa de parir a un bebe varón; pero se cumplió el tiempo en el
que esto ya era muy difícil y es entonces el momento de tomar du-
ras, pero sabias decisiones; era momento de saber que era lo me-
jor para el bebe, no era momento de pensar en lo que era mejor
para la mamá, sino lo mejor para el niño; y es cuando Jocabed ha-
ce de lado sus emociones y entonces "tomó una canasta de juncos,
le tapó las rendijas con asfalto y pasta de resina, y puso el niño a-
dentro". Jocabed esperó hasta lo último;sin embrago estas no eran
medidas desesperadas, sino más bien medidas urgentes. Pues no
debemos pensar que lo que hizo Jocabed era un locura; sino que
muchos comentaristas bíblicos coinciden en que esos tres meses
en lo que Jocabed escondió a su hijo, también fueron tiempos de
planeación; Jocabed sabía que no llegaría muy lejos con un bebe
varón y una ley en su contra; por esa razón la madre planeo y bus
co " lo que era mejor para su hijo" y lo mejor era depositarlo en el
río y que el río lo llevará a su destino. Se sabe que Jocabed cono-
cía perfectamente los horarios de la hija del faraón; así como su
ubicación exacta de en donde bajaba a bañarse en compañía de
sus asistentes. Contrario a lo que algunos pueden pensar Jocabed
tenía un plan; descabellado para muchas mamás antiguas y mode-
rnas; pero Jocabed solo pensaba en lo que era mejor para su hijo.
En la madre de moisés podemos ver una historia muy hermosa de
amor pues es el caso de una madre que por salvar la vida de su hi-
jo se separa de él para salvarlo veamos la historia en Éxodo 2.
Pero cuando la Princesa hija del Faraón decidió salvar la vida del
niño, aceptó la oferta de la hermana del bebé Miriam ó María, de
buscar a alguien que cuidase al niño. A la Princesa le gustó la idea,
y la propia madre de Moises fue elegida y pagada para que criara
a su hijo para la hija del Faraón. Nuevamente vemos que Dios es-
taba controlando la situación.
1 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de
Leví, 2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era her-
moso, le tuvo escondido tres meses. 3 Pero no pudiendo ocultarle
más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto
y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla
del río. 4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le
acontecería. 5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y pa-
seándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en
el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 6 Y cuando la
abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compa
sión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. 7 Entonces su
hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las
hebreas, para que te críe este niño? 8 Y la hija de Faraón respon-
dió: Vé. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9 a
la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te
lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió. 10 Y cuando el niño
creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso
por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.
Lo que nos enseña Jocabed
Moisés nació teniendo ni una sola oportunidad de sobrevivir, mu-
cho menos adelantarse en la vida. Nació en una familia esclava y
ya tenia sentencia de muerte al nacer. Si hubiera sido una niña, se
le hubiera permitido vivir, pero como era varón, no podía vivir!
Moisés era hebreo.Nació en la cruel civilización del antiguo Egipto,
donde el Faraón había decretado que todos los varones hebreos
que nacieran, tenían que ser exterminados!
Mientras que todos tienen que sujetarse a la ley de Faraón, hay
una mujer, Jocabed, que no va a doblar su rodilla. Nadie, ni el po-
deroso Faraón, iba a tocar el hijo que Dios le había dado. Su cora
je salvaría a una nación, porque su hijo era Moisés, el libertador
de Israel. Solo la eternidad revelará la grandeza de esta mujer, Jo-
cabed. Moisés fue su tercer hijo. Su primer hijo fue Aarón. El fue
el sumo sacerdote y de su linaje vendrían todos los sacerdotes.Su
segunda fue María, la que cuidó a Moisés. Ella esta íntimamente
relacionada con sus hermanos en la historia de Israel.
Jocabed tuvo fe para esconder a su hijo por tres meses – Éxodo
2:2b y Hebreos 11:23. Jocabed tuvo fe para idear un plan que po-
dría resultar en salvar la vida de su hijo – 2:3-9. Por fe Jocabed
confió en Dios por su hijo en el palacio del faraón – 2:10. Jocabed
tuvo fe para enseñar a su hijo acerca de Dios y sus promesas –
Vea Hebreos 11:24-27 y Génesis 15:13-16.
La confianza es una virtud que las madres de todos los tiempos de-
ben desarrollar;pues tienen que reconocer que muchas son descon
fiadas, muchas con justificada razón, aunque también hay quienes
rayan en la exageración. Jocabed nos enseña a confiar en Dios; a
colocar en sus manos a los hijos y descansar en que Él tiene cuida
do de ellos.
Por razón de las enseñanzas de Jocabed y sin duda sus oraciones,
al llegar a ser adulto,Moisés escogió renunciar la posibilidad de ser
un rey egipcio y escogió identificarse con su pueblo que sufría. La
fe de Jocabed sin duda tenía algo que ver con la disposición de
Moisés de tomar su parte en sacar al pueblo de Israel de Egipto y
guiarlos por 40 años en el desierto. Deuteronomio 34:10 dice, “Y
nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya
conocido Jehová cara a cara”.Sin duda la fe de su madre contribu
yó a ese hecho.
La Vida de Moises.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir la ley divina.
Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.
Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia.
En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.
http://gloria.tv/media/XqPrt4nSDPV
eress...TU
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