11 DE OCTUBRE FIESTA DE
LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
"Fue el Concilio de Éfeso el año 431, tras avatares con la
postura herética de Nestorio, el que estableció que la
Santísima Virgen es madre de Dios, porque su Hijo,
Cristo, es verdadero Dios y verdadero hombre; quedó
fijada la Maternidad Divina de María, no en sentido
figurado, sino real y propio. El dogma establecido
entonces ha permanecido intacto en la tradición
católica y en otras confesiones cristianas."
LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍALA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
"Fue el Concilio de Éfeso el año 431, tras avatares con la
postura herética de Nestorio, el que estableció que la
Santísima Virgen es madre de Dios, porque su Hijo,
Cristo, es verdadero Dios y verdadero hombre; quedó
fijada la Maternidad Divina de María, no en sentido
figurado, sino real y propio. El dogma establecido
entonces ha permanecido intacto en la tradición
católica y en otras confesiones cristianas."
Obispo Mark A. Pivarunas, CMRI
(Congregatio Mariae Reginae Immaculatae)
11 de octubre de 1995La fiesta de la maternidad divina de la Santísima Virgen María fue instituida por el papa Pío XI para conmemorar el 1500 aniversario del Concilio de Éfeso, el tercer concilio ecuménico de la Iglesia. Qué conveniente fue que esta fiesta fuera instituida en tal aniversario, pues fue en el Concilio de Éfeso donde se defendió la doctrina de la maternidad divina contra la herejía de Nestorio y sus seguidores, quienes negaban que hubiera una sola divina Persona en Cristo con dos naturalezas, y, como consecuencia de esta negación, rehusaron reconocer a María con el título de Theotokos,es decir, la Madre de Dios. Nestorio y sus seguidores creían erróneamente que en Cristo había dos Personas: una divina y otra humana,de manera que María fue únicamente la madre de la persona humana.
Antes de considerar la maternidad divina de la santa Virgen, debemos comenzar por un estudio de la Persona de Jesucristo. En el Credo niceno que rezamos cada domingo en la santa misa, profesamos nuestra firme creencia en la divinidad de Jesucristo:
“...Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios. Y nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios; Luz de Luz; Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no hecho; consubstancial al Padre...”
Y esta creencia en la divinidad de Cristo se basa en la revelación divina. En la Sagrada Escritura encontramos una multitud de pasajes que manifiestan la divinidad de Jesús. San Juan Evangelista nos dice en el primer capítulo de su Evangelio:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. [...] Y el Verbo se hizo carne...” (Juan 1:1,14).
MATERNIDAD DIVINA DE MARIA
En este pasaje del Evangelio de san Juan, san Cirilio de Alejandría, quien valientmente defendió la fe en el Concilio de Éfeso, sostuvo en admirable conformidad con la Iglesia católica: “Por tanto,de ninguna manera es lícito dividir al único Señor Jesucristo en dos Hijos... Pues la Escritura no dice que el Verbo asoció la persona de un hombre con sí mismo, sino que se hizo carne; y eso no quiere decir otra cosa más que Él participó de la carne y la sangre, así como nosotros; en consecuencia, hizo suyo nuestro cuerpo, y se hizo hombre, nacido de una mujer, y al mismo tiempo sin abandonar su Divinidad, o su nacimiento del Padre; pues al asumir la carne, permaneció lo que era” (Mansi, 1.c.4. 891).
Así,el papa Pío XI,en su encíclica Lux Veritatis del 25 de diciembre de 1931, que conmemoró el 1500º. aniversario del Concilio de Éfeso, reiteró la fe católica en esta doctrina:
“Pues se nos enseña, mediante la Sagrada Escritura y la divina Tradición,que el Verbo de Dios el Padre no se unió a cierto hombre ya subsistente en sí,sino que Cristo, el Verbo de Dios, es uno y el mismo, gozando la eternidad en el seno del Padre, y luego hecho hombre en el tiempo. Porque, que la Divinidad y la Humanidad en Jesucristo, el Redentor de la humanidad, están unidos por esa maravillosa unión, justa y merecidamente llamada hipostática, se evidencia a partir del hecho de que en la Sagradas Escrituras el mismo y único Cristo no solamente es llamado Dios y hombre, sino también se declara diáfanamente que obra como Dios y como hombre, y de nuevo que muere como hombre y como Dios se levanta de entre los muertos. Es decir, que quien fue concebido en el vientre de la Virgen por obra del Espíritu Santo, quien nació y yació en un pesebre, quien se llama a sí mismo el hijo del hombre, y quien sufre y muere clavado en la cruz, es el mismo que, de manera solemne y portentosa, es llamado por el
eterno Padre ‘mi Hijo amado’ ( Mat. 3:17; 17:5; 2 P. 1:17 ), que perdona el pecado por su autoridad divina (Mat. 9:2-6; Lucas 5:20-24; 7:48; y en otros), e igualmente por su propia potestad da salud a los enfermos ( Mat. 8:3; Marcos 1:41; Lucas 5:13; Juan 9, y en otros lugares). Pues todas estas cosas muestran claramente la existencia de dos naturalezas en Cristo por las cuales se obra humana y divinamente, dando testimonio no menos claramente de que el único Cristo es al mismo tiempo Dios y hombre a causa de esa unidad de personas a partir de la cual se le llama "Theanthropos" (Dios-Hombre).”
eress...TU
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