11 DE OCTUBRE FESTIVIDAD DE
LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
MARIA Y LOS PADRES DE LA IGLESIALA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
No solo encontramos referencias para la divina maternidad en la Sagrada Escritura, sino también en la Sagrada Tradición. En la Iglesia cristiana primitiva no había malentendidos sobre el tema, pues los primeros Padres de la Iglesia fueron muy claros y firmes sobre la divina maternidad de María.
En su epístola a los Efesios, san Ignacio de Antioquía (circa 110 d.C.)
escribió:
“Nuestro Dios Jesucristo nació de María en su vientre maternal.”
En otra ocasión, san Ignacio escribió:
“Hay solamente un Sanador, compuesto al mismo tiempo de carne y espíritu, engendrado y no engendrado... de Dios y de María: Jesucristo, nuestro Señor.”
San Ireneo (202 d.C.) enseñó:
“Este Cristo, que como el Verbo del Padre estaba con el Padre... nació de una virgen.”
Tertuliano (220 d.C.) dijo:
“Dios nació en el vientre de una madre.”
San Atanasio (373 d.C.) enseñó:
“Confesamos que el Hijo de Dios se hizo hombre por la toma de carne de la virgen Madre de Dios.”
San Gregorio Nacianceno (circa 382 d.C.) declara:
“Que se excluya de Dios al que no acepte a María como la Madre
de Dios.”
Estas referencias de los primeros Padres reflejan la doctrina que siempre se ha sostenido en la Iglesia católica. Y fue por esta razón que cuando Nestorio presentó sus erradas innovaciones,fueron estas inmediatamente rechazadas por los fieles católicos de Constantinopla. Este rechazo de la herejía nestoriana por parte de los fieles nos manifiesta que aun antes de que el papa San Celestino I, y el Concilio de Éfeso, destituyeran a Nestorio de su sede de Constantinopla y condenaran sus errores los fieles ya habían profesado la verdadera doctrina de la divina maternidad de María.
Nunca dejemos de honrar a la Virgen María, la Madre de Dios, especialmente cuando le repetimos ese muy antiguo y sencillo y profundo rezo de la Iglesia católica: “Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo... Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”
http://www.cmri.org/span-95prog9-1.html
MARIA Y LOS PADRES DE LA IGLESIA
María nuestra guía hacia el Señor.
«María nos va guiando por el camino de la Fe que ella recorrió primero que nosotros y nos va mostrando, desde su corazón maternal, el corazón de su hijo Jesucristo. Cuanto más correspon
damos a su amor de madre con una auténtica piedad filial tanto más nos acercará María a la inescrutable riqueza de Cristo.» ( Germán Doig Klinge )
San Ambrosio - San Agustín - San Irineo de Lyon - San Cirilo de Alejandría-San León Magno
María, Mediadora, Abogada, Auxiliadora, Socorro.
Y esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el momento en que prestó fiel asentimiento en la Anunciación, y lo mantuvo sin vacilación al pie de la Cruz, hasta la consumación perfecta de todos los elegidos. Pues una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercession los dones de la eterna salvación. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que peregrinan y se debaten entre
peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso, la Santísima Virgen en la Iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, se entiende de manera que nada quite ni agregue a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador.
En el siglo III se comienza a utilizar el título Theotókos (Madre de Dios). Orígenes (†ca.254) es el primer testigo conocido de este título. En forma de súplica aparece por primera vez en la oración Subtuum praesidium.
Que – como hemos dicho anteriormente - es la plegaria mariana más antigua conocida. Ya en el siglo IV el mismo título se utiliza en la profesión de fe de Alejandro de Alejandría contra Arrio. A partir de aquí cobra universalidad y son muchos los Santos Padres que se detienen a explicar la dimensión teológica de esta verdad - San Efrén, San Atanasio, San Basilio, San Gregorio de Nacianzo, San Gregorio de Nisa, San Ambrosio, San Agustín, Proclo de Constantinopla, etc., hasta el punto de que el título de Madre de Dios se convierte en el más usado a la hora de hablar de Santa María. La verdad de la maternidad divina quedó definida como dogma de fe en el Concilio de Efeso del año 431.San Teodoreto-San Luis M. Grignion
María, madre de Cristo, madre de la Iglesia.
Aquel que es fruto de las entrañas de una única Virgen es la gloria y el honor de todas las demás vírgenes santas, porque ellas son también, como María, madres de Cristo si cumplen la voluntad de su Padre. La gloria y la dicha de ser la madre de Jesucristo resaltan en las palabras del Señor: “Quien cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, éste es mi hermano, mi hermana y mi madre ” (Mt 12,50) Así indica el parentesco espiritual que los incluye en el pueblo que ha sido rescatado.
Sus hermanos y sus hermanas son los hombres y las mujeres santos que participan con él en la herencia celestial. Su madre es la Iglesia entera, porque ella, por la gracia de Dios, engendra los miembros de Cristo, es decir,a los que le son fieles. Su madre es también cada alma santa que cumple la voluntad de su Padre y cuya caridad fecunda se manifiesta en aquellos que ella engendra para él, hasta que Cristo quede formado en ellos. (cf Gal 4,19)... María es, ciertamente, la madre de los miembros del Cuerpo de Cristo, de todos nosotros, porque por su caridad ella ha cooperado en la generación de los fieles en la Iglesia, que son miembros de la cabeza divina, Cristo, de manera que ella es verdaderamente mi madre según la carne.
eress...TU
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