Tuesday, May 29, 2018

31 DE MAYO - EL MISTERIO DE LA VISITACIÓN, PRELUDIO DE LA MISIÓN DEL SALVADOR

DÍA 31 DE MAYO LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA 
La fiesta de la Visitación de la Virgen María celebra la visita de la Madre de Dios, con el niño Jesús en su seno, a su prima Isabel. Ésta tenía seis meses de embarazo del precursor de Cristo, San Juan Bautista. 
Esta fiesta mariana celebra el episodio narrado por el evangelista san Lucas: Lc 1,39-56. En la Anunciación, el ángel dijo a María que su pariente Isabel estaba en el sexto mes de embarazo. Días después, María marchó presurosa de Nazaret a una ciudad de la montaña de Judá, Ain Karem, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando ésta oyó el saludo de María, saltó de gozo el hijo que llevaba en su seno y, llena de Espíritu Santo, dijo a María: «Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. Dichosa tú que has creído». María le respondió con las palabras que conocemos como el Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador...». María permaneció con Isabel unos tres meses y luego se volvió a Nazaret. 

Oración: Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 
EL MISTERIO DE LA VISITACIÓN, PRELUDIO DE LA MISIÓN DEL SALVADOR 

De la Catequesis de S. S. Juan Pablo II en la audiencia general del miércoles 2-X-1996  En el relato de la Visitación, san Lucas muestra cómo la gracia de la Encarnación, después de haber inundado a María, lleva salvación y alegría a la casa de Isabel. El Salvador de los hombres, oculto en el seno de su Madre, derrama el Espíritu Santo, manifestándose ya desde el comienzo de su venida al mundo.  

El texto evangélico refiere, además, que María realiza el viaje «de prisa». También la expresión «hacia la montaña», en el contexto lucano, es mucho más que una simple indicación topográfica, pues permite pensar en el mensajero de la buena nueva descrito en el libro de Isaías: «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: "Ya reina tu Dios"!» (Is 52,7).  
Así como manifiesta san Pablo que reconoce el cumplimiento de este texto profético en la predicación del Evangelio (cf. Rom 10,15), así también san Lucas parece invitar a ver en María a la primera evangelista, que difunde la buena nueva, comenzando los viajes misioneros del Hijo divino. La dirección del viaje de la Virgen santísima es particularmente significativa: será de Galilea a Judea, como el camino misionero de Jesús.  

En efecto, con su visita a Isabel, María realiza el preludio de la misión de Jesús y, colaborando ya desde el comienzo de su maternidad en la obra redentora del Hijo, se transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos.  
El encuentro con Isabel presenta rasgos de un gozoso acontecimiento salvífico, que supera el sentimiento espontáneo de la simpatía familiar. San Lucas refiere que «en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre». El saludo de María suscita en el hijo de Isabel un salto de gozo: la entrada de Jesús en la casa de Isabel, gracias a su Madre, transmite al profeta que nacerá la alegría que el Antiguo Testamento anuncia como signo de la presencia del Mesías.  
Ante el saludo de María, también Isabel sintió la alegría mesiánica y «quedó llena de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre"». En virtud de una iluminación superior, comprende la grandeza de María que, más que Yael y Judit, quienes la prefiguraron en el Antiguo Testamento, es bendita entre las mujeres por el fruto de su seno, Jesús, el Mesías.  
La exclamación de Isabel «levantando la voz» manifiesta un verdadero entusiasmo religioso, que la plegaria del Avemaría sigue haciendo resonar en los labios de los creyentes, como cántico de alabanza de la Iglesia por las maravillas que hizo el Poderoso en la Madre de su Hijo.  

Isabel, proclamándola «bendita entre las mujeres», indica la razón de la bienaventuranza de María en su fe: «¡Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá!». La grandeza y la alegría de María tienen origen en el hecho de que ella es la que cree. 
Ante la excelencia de María, Isabel comprende también qué honor constituye para ella su visita: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?». Con la expresión «mi Señor», Isabel reconoce la dignidad real, más aún, mesiánica, del Hijo de María. En efecto, en el Antiguo Testamento esta expresión se usaba para dirigirse al rey y hablar del rey-mesías. El ángel había dicho de Jesús: «El Señor Dios le dará el trono de David, su padre». Isabel, «llena de Espíritu Santo», tiene la misma intuición. Más tarde, la glorificación pascual de Cristo revelará en qué sentido hay que entender este título, es decir, en un sentido trascendente. Isabel, con su exclamación llena de admiración, nos invita a apreciar todo lo que la presencia de la Virgen trae como don a la vida de cada creyente.  
En la Visitación, la Virgen lleva a la madre del Bautista el Cristo, que derrama el Espíritu Santo. Las mismas palabras de Isabel expresan bien este papel de mediadora: «Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre». La intervención de María, junto con el don del Espíritu Santo, produce como un preludio de Pentecostés, confirmando una cooperación que, habiendo empezado con la Encarnación, está destinada a manifestarse en toda la obra de la salvación divina. 
La Visitación de la Virgen María  
Fiesta de la Visitación de María, 1º encuentro de Jesucristo y su Precursor: (31 may, 2 jul) 
La evidencia de la propia concepción milagrosa de Isabel provocó de María el Fiat : “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.  

La siguiente acción que San Lucas Evangelista registra es que la Virgen se apresuró a visitar a su prima.  

La Visitación sólo se menciona en el Evangelio de Lucas y Lucas nos dice que María se quedó con su prima tres meses, antes de volver a casa justo antes de que Isabel diera a luz. 
Fotos de Jerusalén - La Iglesia de la Visitación - RomKri 
La Iglesia de la Visitación  
La Iglesia de la Visitación es un santuario católico situado en Ain Karem, en el distrito de Jerusalén (Israel). La iglesia honra la visita que, según el nuevo testamento, realizó María, la madre de Jesús, a Isabel, madre de Juan el Bautista (Lucas 1:39-56).  

Tradicionalmente se considera que fue en este sitio donde María recitó su canto de alabanza, el Magnificat, uno de los himnos más antiguos de la cristiandad. La iglesia está bellamente adornada y en el jardín interior, en la pared opuesta a la fachada del santuario, se transcribe una larga serie de traducciones del Magnificat, aplicadas como placas de cerámica. En 1954, había traducciones a un total de 42 idiomas. Hoy el número de placas supera las 50.  

Hoy, la Iglesia de la Visitación forma parte de la Custodia de Tierra Santa (Custodia Terraæ Santæ), una subprovincia de la orden franciscana administrada por la Orden de los Frailes Menores, encargada de la animación de la liturgia, la recepción de los peregrinos provenientes de todas partes del mundo, la asistencia en el sostenimiento de las estructuras, y la investigación arqueológica.
TIERRA SANTA - PADRE SALAZAR - IGLESIA DE VISITACION - JERUSALEN ANTIGUA 
TIERRA SANTA  - Peregrinaje a la Tierra Santa con el Padre Emilio Franklin Salazar y la comunidad de Holy Redeemer de Kissimmee, Florida.    

0: Tumba de Rey Davíd  
14:28 En camino en Jerusalén fuera de Antigua Jerusalén  
19:00: Iglesia de la Visitatción de Maria a Elizabeth  
22:53 Lugar de Visitación - Ain Karim  
24:37 Museo de Jerusalén - - con ciudad construida en miniatura -  Templo, Calles, Lugar de Juico y condenación de Jesuscristo. 
LUCAS 1, 39-56 - VISITACIÓN DE MARÍA A SU PRIMA ISABEL  
Lucas 1,39-45 
La Fe de la Virgen María - P. Santiago Martin (FM) 
Publicado el 5 may. 2014 
La Fe de Maria I - P. Santiago Martin (FM) 
Publicado el 27 may. 2014 
La Fe de Maria II - P. Santiago Martin (FM) 
Publicado el 27 may. 2014 
La Visitación a Santa Isabel - P. Santiago Martin (FM) 
Publicado el 7 ago. 2014 
La vida de María antes de la Anunciación - P. Santiago Martin (FM)  
Publicado el 7 ago. 2014 
La Anunciación - P. Santiago Martin (FM) 
Lecciones del sí de María - P. Santiago Martin (FM) 
Publicado el 7 ago. 2014  
Iglesia de la Visitación Ain Karem 
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