16 DE AGOSTO 2012 "72 AÑOS DE LA
FUNDACION DE LA COMUNIDAD TAIZE"
SIETE AÑOS SIN EL HERMANO ROGER DE TAIZE
La Comunidad de Taizé se ha ido desarrollando a lo
largo de los años. Actualmente, se compone de un
centenar de hermanos originarios de una treintena
de países y que son cristianos procedentes de diversas
confesiones. La Comunidad es un signo visible y
palpable de la reconciliación y unidad de los cristianos.
LA MUERTE DEL HERMANO ROGER.
¿PORQUE?
En muchos de los mensajes que recibimos el año pasado se comparaba
la muerte del hermano Roger con las de Martin Luther King, Monseñor
Romero o Gandhi. Con todo, no se puede negar que hubo una diferen
cia. Estos últimos se encontraban involucrados en un combate de ori
gen político, ideológico, y fueron asesinados por sus adversarios, que
no podían soportar sus opiniones ni su influencia.
Algunos dirán que es inútil buscar una explicación al asesinato del her
mano Roger. El mal frustra siempre toda explicación. Un justo del An
tiguo Testamento decía que lo odiaban «sin razón», y San Juan puso
semejante afirmación en boca de Jesús: «Me odiaron sin causa».
Sin embargo, tratando al hermano Roger, hay un aspecto de su perso
nalidad que me llamó siempre la atención, y me pregunto si ello no
explica por qué fue agredido. El hermano Roger era un inocente. No
porque no hubiera faltas en él. El inocente es alguien para quien las
cosas son más evidentes e inmediatas que para los demás.Para el ino
cente la verdad es evidente.No depende de razonamientos. El herma
no Roger la «veía», por así decirlo, y le costaba darse cuenta de que
otros tuvieran una manera más laboriosa de ver las cosas. Para él, lo
que él decía era simple y claro, y se asombraba de que otros no lo
percibieran así.Se comprende fácilmente que,a menudo, el hermano
Roger se encontrara desarmado o se sintiera vulnerable.No obstante,
su inocencia, en general, no tenía nada de ingenuo. Para él, lo real
no tiene la misma opacidad que para el resto. Él «veía a través».
Tomaré el ejemplo de la unidad de los cristianos. Para el hermano Ro
ger era evidente que si esta unidad era querida por Cristo, tenía que
poder ser vivida sin demora. Los argumentos que se le oponían tuvie
ron que parecerle artificiales. Para él, la unidad de los cristianos era
ante todo una cuestión de reconciliación. Y en el fondo tenía razón,
ya que nosotros, por el contrario, muy pocas veces nos preguntamos
si estamos dispuestos a pagar el precio de la unidad. Una reconcilia
ción que no nos afectara en nuestra propia carne, ¿merece llevar tal
nombre?
Decían de él que no tenía un pensamiento teológico. Pero, ¿acaso no
veía él mucho más claro que aquellos que decían eso? Los cristianos,
desde hace siglos han tenido la necesidad de justificar sus divisiones
aumentando artificialmente lo que les oponía. Sin darse cuenta entra
ron en un proceso de rivalidad y la evidencia de dicho fenómeno se
les ha ido de las manos. No han podido «ver a través». La unidad les
parecía imposible.
El hermano Roger era un hombre realista. Tenía en cuenta aquello
que quedaría irrealizable,sobre todo desde el punto de vista institucio
nal. Pero él no podía detenerse en ello.Esa inocencia le daba una fuer
za persuasiva muy particular, una especie de dulzura que no se daba
nunca por vencida. Hasta el fin, vio la unidad de los cristianos como
una cuestión de reconciliación. Y la reconciliación es un camino que
cada cristiano puede hacer.Si todos lo realizaran de verdad,la unidad
estaría muy cerca.
Había otro aspecto de esa manera de ver del hermano Roger en el
cual se podía palpar todavía mejor su personalidad en toda su radicali
dad: todo aquello que podía sembrar una duda sobre el amor de Dios
le era insoportable. Aquí tocamos el tema de la comprensión inmedia
ta de las cosas de Dios. No era un rechazo a reflexionar, sino que sen
tía muy fuerte en sí mismo que un cierto lenguaje que se considera
correcto, por ejemplo sobre el amor de Dios, podría, en realidad, os
curecer lo que personas no prevenidas esperaban de este amor.
Si el hermano Roger insistió tanto sobre la bondad profunda de cada
ser humano, habría que verlo con la misma óptica. No se hacía ilusio
nes acerca del mal. Por naturaleza, era más bien vulnerable. Pero te
nía la certeza de que si Dios ama y perdona,significa que rechaza vol
ver sobre el mal. Todo perdón verdadero despierta el fondo del cora
zón humano, este fondo que está hecho para la bondad.
Esta insistencia sobre la bondad impresionaba a Paul Ricoeur. Nos di
jo un día en Taizé que era ahí donde él veía el sentido de la religión:
«Liberar el fondo de bondad de los hombres, ir allí donde está total
mente oculta». En el pasado,algunas predicaciones cristianas recalca
ban constantemente que la naturaleza humana era fundamentalmente
mala. Se hacía para garantizar la pura gratuidad del perdón. Pero di
cha prédica llevó a que mucha gente se alejara de la fe, incluso si es
cuchaban hablar del amor, tenían la impresión de que ese amor tenía
reservas y que el perdón que se anunciaba no era total.
Lo más precioso de la herencia del hermano Roger se encuentra, qui
zás ahí: ese sentido del amor y del perdón, dos realidades que eran e
videntes para él y que captaba con una inmediatez que, a menudo, se
nos escapaba.En este campo era verdaderamente el inocente, siempre
sencillo, desarmado, leyendo en el corazón de los demás, capaz de u
na extrema confianza. Su bellísima mirada lo transparentaba. Si él se
sentía tan a gusto con los niños, era porque ellos vivían las cosas con
la misma inmediatez; ellos no pueden protegerse ni pueden creer en
algo que es complicado; sus corazones van directo hacia lo que les
conmueve.
La duda no estaba jamás ausente en el hermano Roger. Por eso le gus
taba tanto la frase: «¡No dejes que me hablen mis tinieblas!» Porque
las tinieblas son las insinuaciones de la duda. Pero esta duda no tapa
ba la evidencia con la que él sentía el amor de Dios. Quizás, la duda,
reclamaba un lenguaje que no dejase convivir ninguna ambigüedad.
La evidencia de la que hablo no se sitúa a nivel intelectual, sino más
profundamente, a nivel del corazón. Y, como todo lo que no puede
ser protegido por fuertes razonamientos o certezas bien construidas,
esta evidencia era necesariamente frágil.
En los evangelios, la simplicidad de Jesús incomoda. Algunos de los
que le escuchaban se sentían cuestionados.Era como si los pensamien
tos de sus corazones hubieran sido develados. El lenguaje claro de Je
sús y su manera de leer los corazones constituía, para ellos, una ame
naza. Un hombre que no se deja atrapar por los conflictos aparece co
mo peligroso para algunos. Este hombre fascina, pero la fascinación
puede volverse fácilmente hostilidad.
El hermano Roger fascinó ciertamente por su inocencia,por su percep
ción de inmediatez,por su mirada. Creo que él vio en los ojos de algu
nos que la fascinación podía transformarse en desconfianza o en agre
sividad.Para alguien que lleva sobre sí mismo conflictos irresolubles,
su inocencia debió volverse insoportable. No bastaba con insultar a
este inocente.Hacia falta eliminarlo. El doctor Bernard de Senarclens
escribió: « Si la luz es demasiado viva, y pienso que la que emanaba
el hermano Roger podía encandilar, no siempre es fácil soportarla.
Entonces no queda otra solución que apagar esa fuente luminosa su
primiéndola.»
Quise escribir esta reflexión porque me permite sacar a la luz un as
pecto de la unidad de la vida del hermano Roger. Su muerte ha sella
do misteriosamente lo que él siempre fue. Porque no lo mataron por
una causa que él defendía. Lo mataron por lo que era hermano Fran
çois, de Taizé
¿PORQUE?
En muchos de los mensajes que recibimos el año pasado se comparaba
la muerte del hermano Roger con las de Martin Luther King, Monseñor
Romero o Gandhi. Con todo, no se puede negar que hubo una diferen
cia. Estos últimos se encontraban involucrados en un combate de ori
gen político, ideológico, y fueron asesinados por sus adversarios, que
no podían soportar sus opiniones ni su influencia.
Algunos dirán que es inútil buscar una explicación al asesinato del her
mano Roger. El mal frustra siempre toda explicación. Un justo del An
tiguo Testamento decía que lo odiaban «sin razón», y San Juan puso
semejante afirmación en boca de Jesús: «Me odiaron sin causa».
Sin embargo, tratando al hermano Roger, hay un aspecto de su perso
nalidad que me llamó siempre la atención, y me pregunto si ello no
explica por qué fue agredido. El hermano Roger era un inocente. No
porque no hubiera faltas en él. El inocente es alguien para quien las
cosas son más evidentes e inmediatas que para los demás.Para el ino
cente la verdad es evidente.No depende de razonamientos. El herma
no Roger la «veía», por así decirlo, y le costaba darse cuenta de que
otros tuvieran una manera más laboriosa de ver las cosas. Para él, lo
que él decía era simple y claro, y se asombraba de que otros no lo
percibieran así.Se comprende fácilmente que,a menudo, el hermano
Roger se encontrara desarmado o se sintiera vulnerable.No obstante,
su inocencia, en general, no tenía nada de ingenuo. Para él, lo real
no tiene la misma opacidad que para el resto. Él «veía a través».
Tomaré el ejemplo de la unidad de los cristianos. Para el hermano Ro
ger era evidente que si esta unidad era querida por Cristo, tenía que
poder ser vivida sin demora. Los argumentos que se le oponían tuvie
ron que parecerle artificiales. Para él, la unidad de los cristianos era
ante todo una cuestión de reconciliación. Y en el fondo tenía razón,
ya que nosotros, por el contrario, muy pocas veces nos preguntamos
si estamos dispuestos a pagar el precio de la unidad. Una reconcilia
ción que no nos afectara en nuestra propia carne, ¿merece llevar tal
nombre?
Decían de él que no tenía un pensamiento teológico. Pero, ¿acaso no
veía él mucho más claro que aquellos que decían eso? Los cristianos,
desde hace siglos han tenido la necesidad de justificar sus divisiones
aumentando artificialmente lo que les oponía. Sin darse cuenta entra
ron en un proceso de rivalidad y la evidencia de dicho fenómeno se
les ha ido de las manos. No han podido «ver a través». La unidad les
parecía imposible.
El hermano Roger era un hombre realista. Tenía en cuenta aquello
que quedaría irrealizable,sobre todo desde el punto de vista institucio
nal. Pero él no podía detenerse en ello.Esa inocencia le daba una fuer
za persuasiva muy particular, una especie de dulzura que no se daba
nunca por vencida. Hasta el fin, vio la unidad de los cristianos como
una cuestión de reconciliación. Y la reconciliación es un camino que
cada cristiano puede hacer.Si todos lo realizaran de verdad,la unidad
estaría muy cerca.
Había otro aspecto de esa manera de ver del hermano Roger en el
cual se podía palpar todavía mejor su personalidad en toda su radicali
dad: todo aquello que podía sembrar una duda sobre el amor de Dios
le era insoportable. Aquí tocamos el tema de la comprensión inmedia
ta de las cosas de Dios. No era un rechazo a reflexionar, sino que sen
tía muy fuerte en sí mismo que un cierto lenguaje que se considera
correcto, por ejemplo sobre el amor de Dios, podría, en realidad, os
curecer lo que personas no prevenidas esperaban de este amor.
Si el hermano Roger insistió tanto sobre la bondad profunda de cada
ser humano, habría que verlo con la misma óptica. No se hacía ilusio
nes acerca del mal. Por naturaleza, era más bien vulnerable. Pero te
nía la certeza de que si Dios ama y perdona,significa que rechaza vol
ver sobre el mal. Todo perdón verdadero despierta el fondo del cora
zón humano, este fondo que está hecho para la bondad.
Esta insistencia sobre la bondad impresionaba a Paul Ricoeur. Nos di
jo un día en Taizé que era ahí donde él veía el sentido de la religión:
«Liberar el fondo de bondad de los hombres, ir allí donde está total
mente oculta». En el pasado,algunas predicaciones cristianas recalca
ban constantemente que la naturaleza humana era fundamentalmente
mala. Se hacía para garantizar la pura gratuidad del perdón. Pero di
cha prédica llevó a que mucha gente se alejara de la fe, incluso si es
cuchaban hablar del amor, tenían la impresión de que ese amor tenía
reservas y que el perdón que se anunciaba no era total.
Lo más precioso de la herencia del hermano Roger se encuentra, qui
zás ahí: ese sentido del amor y del perdón, dos realidades que eran e
videntes para él y que captaba con una inmediatez que, a menudo, se
nos escapaba.En este campo era verdaderamente el inocente, siempre
sencillo, desarmado, leyendo en el corazón de los demás, capaz de u
na extrema confianza. Su bellísima mirada lo transparentaba. Si él se
sentía tan a gusto con los niños, era porque ellos vivían las cosas con
la misma inmediatez; ellos no pueden protegerse ni pueden creer en
algo que es complicado; sus corazones van directo hacia lo que les
conmueve.
La duda no estaba jamás ausente en el hermano Roger. Por eso le gus
taba tanto la frase: «¡No dejes que me hablen mis tinieblas!» Porque
las tinieblas son las insinuaciones de la duda. Pero esta duda no tapa
ba la evidencia con la que él sentía el amor de Dios. Quizás, la duda,
reclamaba un lenguaje que no dejase convivir ninguna ambigüedad.
La evidencia de la que hablo no se sitúa a nivel intelectual, sino más
profundamente, a nivel del corazón. Y, como todo lo que no puede
ser protegido por fuertes razonamientos o certezas bien construidas,
esta evidencia era necesariamente frágil.
En los evangelios, la simplicidad de Jesús incomoda. Algunos de los
que le escuchaban se sentían cuestionados.Era como si los pensamien
tos de sus corazones hubieran sido develados. El lenguaje claro de Je
sús y su manera de leer los corazones constituía, para ellos, una ame
naza. Un hombre que no se deja atrapar por los conflictos aparece co
mo peligroso para algunos. Este hombre fascina, pero la fascinación
puede volverse fácilmente hostilidad.
El hermano Roger fascinó ciertamente por su inocencia,por su percep
ción de inmediatez,por su mirada. Creo que él vio en los ojos de algu
nos que la fascinación podía transformarse en desconfianza o en agre
sividad.Para alguien que lleva sobre sí mismo conflictos irresolubles,
su inocencia debió volverse insoportable. No bastaba con insultar a
este inocente.Hacia falta eliminarlo. El doctor Bernard de Senarclens
escribió: « Si la luz es demasiado viva, y pienso que la que emanaba
el hermano Roger podía encandilar, no siempre es fácil soportarla.
Entonces no queda otra solución que apagar esa fuente luminosa su
primiéndola.»
Quise escribir esta reflexión porque me permite sacar a la luz un as
pecto de la unidad de la vida del hermano Roger. Su muerte ha sella
do misteriosamente lo que él siempre fue. Porque no lo mataron por
una causa que él defendía. Lo mataron por lo que era hermano Fran
çois, de Taizé
TESTIMONIO DEL HERMANO ALOIS
"Juan Pablo II invita a los jóvenes
a correr el riesgo de la confianza"
El hermano Roger quería al papa Juan Pablo II. Lo había conocido al
Concilio el Vaticano II, en 1962. En aquella época, ambos eran jóve
nes y para el uno como para el otro el Concilio permaneció un punto
de referencia.Es por eso que aprecié particularmente que,el domingo
por la mañana, Benedicto XVI citara estas palabras del testamento
del papa bienaventurado: «Como obispo que participó en el aconteci
miento conciliar del primero al último día, deseo confiarles este gran
patrimonio a todos los que son y que serán llamados a realizarlo de
ahora en adelante.»
Durante el Concilio el obispo Wojtyla iba cada mañana, antes de las
sesiones, a rezar en la capilla del Santo Sacramento de la basílica de
San Pedro; el hermano Roger iba allí también. A veces intercambia
ban unas palabras. Ya durante la primera sesión en 1962 el hermano
Roger invitó un día al futuro papa, que era obispo auxiliar de Craco
via,a venir para compartir una comida en el apartamento romano que
el hermano Roger había alquilado. Fue el principio de una larga rela
ción de confianza, marcada particularmente por visitas recíprocas: el
hermano Roger a Cracovia, el arzobispo Wojtyla a Taizé.
http://www.taize.fr/es_article12363.html
ORACIONES Y CANTOS
"¿Cómo continuar con una oración común?" Esta cuestión se plantea
a menudo después de una semana en Taizé, o después de haber parti
cipado en un encuentro de Taizé en algún lugar del mundo. Ofrece
mos aquí algunos de los elementos más importantes para preparar un
tiempo de oración en común, una oración meditativa.
El hermano Roger ha hablado a menudo de la importancia del papel
de la música y de los cantos en la vida de la comunidad desde sus orí
genes. Aquí se encuentran algunas páginas sobre el canto meditativo,
sobre la manera de cantar estos cantos.Se ofrece también el esquema
de una oración "con cantos de Taizé",páginas sobre el valor del silen
cio,sobre cómo preparar el lugar de la oración,el uso de iconos, clips
de sonido, RealAudio, etc.
http://www.taize.fr/es_rubrique373.html
UNA "PARABOLA DE COMUNIDAD"
Hoy la comunidad de Taizé reúne a unos cien hermanos, católicos y
de diversos orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naci
ones. Por su existencia misma,la comunidad es un signo concreto de
reconciliación entre cristianos divididos y pueblos separados.
Los hermanos viven de su propio trabajo. No aceptan ningún donati
vo. Tampoco aceptan para sí mismos sus propias herencias, sino que
la comunidad hace donación de ellas a los más pobres.
Algunos hermanos viven en lugares desfavorecidos del mundo para
ser allí testigos de paz y para estar al lado de los que sufren.En estas
pequeñas fraternidades en Asia, en África y en América Latina, los
hermanos comparten las condiciones de vida de aquellos que les ro
dean, esforzándose en ser una presencia de amor al lado de los más
pobres,de los niños de la calle,de los prisioneros, de los moribundos,
de aquellos que han sido heridos hasta en lo más profundo por causa
de rupturas de afecto o por abandono.
Con el paso de los años, cada vez más jóvenes de todos los continen
tes han venido a Taizé para participar en los encuentros. Las herma
nas de San Andrés, comunidad católica internacional fundada hace
más de siete siglos, las hermanas ursulinas polacas y las hermanas
de San Vicente de Paul se encargan de una parte de las tareas de a
cogida de los jóvenes.
También los hombres de Iglesia visitan Taizé. Así,la comunidad ha
recibido al papa Juan Pablo II,a tres arzobispos de Canterbury,a me
tropolitas ortodoxos, a los catorce obispos luteranos de Suecia y a
numerosos pastores del mundo entero.
A partir de 1962, hermanos y jóvenes enviados por Taizé no deja
ron de ir y venir a los países de Europa del Este, con la mayor dis
creción, para visitar a quienes se encontraban acantonados en el in
terior de sus fronteras.
Concilio el Vaticano II, en 1962. En aquella época, ambos eran jóve
nes y para el uno como para el otro el Concilio permaneció un punto
de referencia.Es por eso que aprecié particularmente que,el domingo
por la mañana, Benedicto XVI citara estas palabras del testamento
del papa bienaventurado: «Como obispo que participó en el aconteci
miento conciliar del primero al último día, deseo confiarles este gran
patrimonio a todos los que son y que serán llamados a realizarlo de
ahora en adelante.»
Durante el Concilio el obispo Wojtyla iba cada mañana, antes de las
sesiones, a rezar en la capilla del Santo Sacramento de la basílica de
San Pedro; el hermano Roger iba allí también. A veces intercambia
ban unas palabras. Ya durante la primera sesión en 1962 el hermano
Roger invitó un día al futuro papa, que era obispo auxiliar de Craco
via,a venir para compartir una comida en el apartamento romano que
el hermano Roger había alquilado. Fue el principio de una larga rela
ción de confianza, marcada particularmente por visitas recíprocas: el
hermano Roger a Cracovia, el arzobispo Wojtyla a Taizé.
http://www.taize.fr/es_article12363.html
ORACIONES Y CANTOS
"¿Cómo continuar con una oración común?" Esta cuestión se plantea
a menudo después de una semana en Taizé, o después de haber parti
cipado en un encuentro de Taizé en algún lugar del mundo. Ofrece
mos aquí algunos de los elementos más importantes para preparar un
tiempo de oración en común, una oración meditativa.
El hermano Roger ha hablado a menudo de la importancia del papel
de la música y de los cantos en la vida de la comunidad desde sus orí
genes. Aquí se encuentran algunas páginas sobre el canto meditativo,
sobre la manera de cantar estos cantos.Se ofrece también el esquema
de una oración "con cantos de Taizé",páginas sobre el valor del silen
cio,sobre cómo preparar el lugar de la oración,el uso de iconos, clips
de sonido, RealAudio, etc.
http://www.taize.fr/es_rubrique373.html
UNA "PARABOLA DE COMUNIDAD"
Hoy la comunidad de Taizé reúne a unos cien hermanos, católicos y
de diversos orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naci
ones. Por su existencia misma,la comunidad es un signo concreto de
reconciliación entre cristianos divididos y pueblos separados.
Los hermanos viven de su propio trabajo. No aceptan ningún donati
vo. Tampoco aceptan para sí mismos sus propias herencias, sino que
la comunidad hace donación de ellas a los más pobres.
Algunos hermanos viven en lugares desfavorecidos del mundo para
ser allí testigos de paz y para estar al lado de los que sufren.En estas
pequeñas fraternidades en Asia, en África y en América Latina, los
hermanos comparten las condiciones de vida de aquellos que les ro
dean, esforzándose en ser una presencia de amor al lado de los más
pobres,de los niños de la calle,de los prisioneros, de los moribundos,
de aquellos que han sido heridos hasta en lo más profundo por causa
de rupturas de afecto o por abandono.
Con el paso de los años, cada vez más jóvenes de todos los continen
tes han venido a Taizé para participar en los encuentros. Las herma
nas de San Andrés, comunidad católica internacional fundada hace
más de siete siglos, las hermanas ursulinas polacas y las hermanas
de San Vicente de Paul se encargan de una parte de las tareas de a
cogida de los jóvenes.
También los hombres de Iglesia visitan Taizé. Así,la comunidad ha
recibido al papa Juan Pablo II,a tres arzobispos de Canterbury,a me
tropolitas ortodoxos, a los catorce obispos luteranos de Suecia y a
numerosos pastores del mundo entero.
A partir de 1962, hermanos y jóvenes enviados por Taizé no deja
ron de ir y venir a los países de Europa del Este, con la mayor dis
creción, para visitar a quienes se encontraban acantonados en el in
terior de sus fronteras.
eress...TU
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