"INSIGNE Y REAL BASILICA CATEDRAL DE LA ASUNCION DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA" León Nicaragua : 18 DE DICIEMBRE: VIRGEN DE LA EXPECTACION DEL PARTO, DE LA ESPERANZA O NUESTRA SEÑORA DE LA O

En el día de Nuestra Señora de la O

o de la Virgen de la Esperanza

o de la Expectación del Parto

La fiesta de Nuestra Señora de la Expectación o de Nuestra Señora de la Esperanza o de Nuestra Señora de la O como también se le llama, es desconocida por la mayoría de las personas de nuestro tiempo, pero se mantiene viva en muchos países como España, Portugal, Italia, India , Polonia , algunas ordenes ordenes religiosas y en tierras latinoamericanas adonde tambien llegó como Perú, Argentina, México, Paraguay y en diversos lugares de Bolivia.

El 18 de diciembre se celebraba en España la fiesta mariana de la "espera del parto" (Exspectatio Partus), establecida en esa fecha por el décimo Concilio de Toledo (656). A esa fiesta se le llamaba "Santa María de la O" porque después de rezar la oración de la tarde (Vísperas, ver: Liturgia de las Horas), el coro sostenía una larga "O". Esta representaba la gran expectación del universo por la venida del Mesías. La "O" expresa actitud de maravilla, expectativa y esperanza por la venida del Mesías (Tamayo, Mart. Hisp., VI, 485).

María Santísima es signo vivo de esa esperanza. Ella como nadie vive la esperanza de la Navidad. Por eso ella es Santa María de la "O". Desde el Génesis se nos da la esperanza de una mujer que aplastará a la serpiente. Los Patriarcas y Profetas aumentaron esa esperanza por la venida del Mesías. El los libraría de la opresión y de la injusticia. Isaías es por excelencia el profeta de la esperanza. Esas esperanzas se cumplen en María. Ella responde a Dios con el gran "si" que abre el camino al Señor. Ella es la Virgen de la Esperanza.

Esta linda fiesta nos recuerda que han transcurrido casi nueve meses desde la Anunciación (Marzo25) que es el tiempo necesario para la formación del ser humano en el vientre materno. Se celebra una semana antes del día de Navidad. La inclusión de esta Solemnidad en el calendario de las festividades de la Iglesia dio lugar al nacimiento de una iconografía destinada a reflejar no ya la encarnación pero la idea del embarazo de la Virgen, la cual tiene su origen en el Apocalipsis con la mujer vestida de sol y a punto de dar a Luz.

En la difusión de esta devoción jugó un papel muy importante un fraile trinitario de la congregación de los esclavos del Dulce Nombre de María llamado Simon de Rojas y a quien un 17 de Diciembre - un día antes de la festividad- la Virgen María se mostró al religioso, permitiéndole contemplar al Niño en su vientre, como visto a través de un cristal y a consecuencia de esta visión, Rojas comenzó a celebrar con especial énfasis esta festividad. En la visión del fraile la Virgen María se presento con su largo cabello cayendo sobre los hombros y los brazos extendidos en actitud de mostrar el vientre, en el cual como a través de un vidrio podía contemplar al Niño Jesús desnudo y en la acción de dar una bendición.
En la pintura que aquí muestro, se presenta a Nuestra Bendita Señora con el embarazo muy avanzado, en la mas alta dignidad de su maternidad divina; vestida en traje real como descendiente del Rey David y esperando con gozo el nacimiento de su divino Hijo Jesús, el Príncipe de la Paz.
Su postura nos sugiere total permanencia en la contemplación de su Hijo. Su Inmaculado vientre se ha convertido en Santuario de la Divinidad... ¿Cuáles fueron sus pensamientos mientras meditaba en la Palabra encarnada que crecía en su vientre? ¿Cuánta debe haber sido su felicidad cuando lo abrazaba cuando aún no nacía? La Santísima Virgen tuvo nueve meses para prepararse para su nacimiento y, a pesar de las distracciones y cambios en su vida durante aquel tiempo, como cuando visitó a su prima Isabel, su matrimonio y su cambio de casa, Debe haberse preparado con gran cuidado.

“Si todos los santos del Antiguo Testamento - escribe el padre Giry (Les petits Bollandistes t. 14 p.373 ) - desearon con ardor la aparición del Salvador del mundo, ¿cuáles no serían los deseos de Aquella que había sido elegida para ser su Madre, que conocía mejor que ninguna otra criatura la necesidad que tenia la humanidad, la excelencia de su persona y los frutos incomparables que debía producir en la tierra, y la fe y la caridad, que sobrepasan la de todos los patriarcas y profetas? “

Se le invoca como Patrona de las mamás gestantes que acuden a Ella pidiendo por el feliz parto y también como Protectora de las niñas y niños por nacer.

Que la Beatísima Virgen María de la Expectación derrame sus gracias y bendiciones sobre vos y tu familia y con ella caminemos al encuentro del Niño que está por nacer:

Oración

Oh, Madre de Dios, tráenos la Sabiduría que brotó de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad. Oh, Señora nuestra, tráenos a Adonai, Pastor de la casa de Israel, que se apareció a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le dio su ley. Oh, Madre de la Iglesia, tráenos el renuevo del tronco de Jesé, que se alza como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones. Oh, Reina de los cielos, tráenos la llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abre y nadie puede cerrar, cierra y nadie puede abrir. Oh, Virgen Inmaculada, tráenos el Sol que nace de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia. Oh, Esclava del Señor, tráenos al Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que hace de dos pueblos uno solo. Oh, Esposa del Espíritu Santo, tráenos al Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos.