JESUS ENRIQUE EMILIO
DE LA HELGUERA ESPINOZA.
UNA VIDA DEDICADA AL ARTE POPULAR.
Su nombre sigue siendo desconocido para muchas personas
de hoy en día, como lo fue también en su época, (40's, 50's,
60's). Curiosamente, pocos conocen el nombre del autor,
pero conocen la obra porque, como dice "artillerodel87" en
un foro sobre Helguera: "¿Quièn, en las dècadas de los 40's,
50's, 60's, 70s y hasta de los 80's del Siglo XX en Mèxico,
no tuvo un (Jesùs) Helguera en su casa?". Y es que, en verdad,
en todas las casas había "Helgueras" colgando de las paredes,
porque los regalaban. Sí... estoy hablando de los calendarios
con las alegorías pintadas por Jesús Helguera.
EL AGUILA.
Pero... ¿quién era ese señor?.
BIOGRAFIA
Nacido el 28 de mayo de 1910 en Chihuahua, México, Jesús Enri
que Emilio de la Helguera Espinoza fue un pintor e ilustrador mexi
cano, hijo de Alvaro de la Helguera García, un inmigrante español
y de Maria Espinoza Escarzaga. Hijo de español y mexicana fue
un genio del oficio pictórico; de su vida se conoce poco, pues sien
do aún muy pequeño su familia se trasladó a la capital del país,dos
años después a Córdoba, Veracruz. A los cinco años el joven Hel
guera abandona México con su familia a causa de la revolución me
xicana. Su infancia y juventud, al decir de don Álvaro Mondragón
quien por muchos años fue su fiel compañero, las pasó en la pobla
ción española Ciudad Real primero, donde cursó sus estudios ele-
mentales y en Madrid donde a los 12 años ingresó a la Escuela de
Artes y Oficios, para de allí pasar a la famosa Academia de San
Fernando donde estudió bajo Marcelino Santamaria, Manuel Be-
nedito y Julio Romero Torres entre otros profesores.
Miguel Hidalgo y Costilla
Trabajó afanosamente en Madrid y Barcelona como ilustrador,has
ta que consiguió una plaza de maestro de artes plásticas en Bilbao.
Regresó a México ya casado con Julia Gonzáles Llanos madrileña,
dos años después del estallamiento de la guerra civil española, arri
bando por barco a Veracruz hacia finales del año 1938. Aqui se
establecieron, donde Jesús había vivido de niño. Disfrutó de la di-
versidad del paisaje, los rios, lagos y montañas. Se dió tiempo pa-
ra leery aprender sobre la historia mexicana. Tenía una fascinación
por la mitología Azteca. La esposa de Helguera, Julia,era su mode
lo favorito e inspiración para muchas de sus pinturas. Jesús pintó a
su hermoso modelo, Julia, portando atuendos tradicionales de la
mujer mexicana del medio rural; con un rebozo y en otros momen-
tos, en un vibrante vestido folklórico. A veces, Julia fue pintada
sexi y en otras ocasiones, vulnerable. A veces aparecía con rasgos
indígenas y en otras, una hermosa mujer mexicana. Algunas de las
pinturas más populares de Helguera son cuando Julia aparece co-
mo modelo como una diosa sensual Azteca, es el caso de "La le-
yenda de los volcanes".
La Leyenda de Los Volcanes.
Padre de dos hijos, casi desde entonces y hasta su muerte, ocurri-
da el 5 de diciembre de 1971, trabajó como artista exclusivo de
Cigarrera La Moderna, S.A. de C.V., empresa regiomontana que
realizaba en la imprenta de don Santiago Galas los famosos calen-
darios anuales que tanta fama cobraron durante el México de los
cuarenta y los cincuenta. En efecto, no había ferretería, fonda, con
sultorio médico, taller, cantina, hogar o despacho que no tuviese
alguna pared ornamentada con un calendario de Jesus Helguera.
El Paseo
Admirador fiel de los muralistas mexicanos Diego Rivera, Jose
Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros,así como de Gerardo
Murillo conocido como el Doctor Atl y de Rufino Tamayo, Hel-
guera fue poseedor de una gran cultura visual que plasmó en cada
uno de sus lienzos: “el detallismo”. Modesto siempre en su manera
de ser, pues jamás se sintió artista ni pretendió exhibir sus origina-
les,recibía cada año un guión literario por parte de La Moderna en
el que se le especificaba el tema, el lugar, los personajes a repre-
sentar y los elementos componentes del cuadro; una vez que se dis
cutía y se aprobaba él lo interpretaba y le imponía su propio sello.
Unidad, Previsión, Trabajo
harán la grandeza de México.
Helguera viajaba a los lugares indicados por el guión con su equipo
de trabajo, compuesto por dos camarógrafos, un guionista y un au
xiliar, se realizaban las tomas fotográficas necesarias de la escena,
particularmente de la arquitectura, la flora y la fauna propias del si
tio escogido, y una vez en su taller trazaba a lápiz los bocetos que
darían lugar al original. Así surgieron sus personajes mestizos e
idealizados que recordaban a las damas y galanes del cine y de la
canción ranchera de la época como Gloria Marín, María Elena
Marquéz, Tito Guízar, Pedro Infante y Pedro Armendáriz, quienes
en “El rebozo”, “El mes de María”, “La oración de la Tarde”, “Or
quídeas para tí”, “La Despedida”, entre otros,dieron vida a lugares
como las huastecas potosina y tamaulipeca, los campos chicleros
de Quintana Roo, las montañas de Guerrero o Michoacán y los re
mansos fluvialesde Veracruz, Tabasco y Chiapas.
La Michoacana.
La textura, colorido, realismo y disposición de los personajes de la
obra de Helguera,ejercían un gran atractivo en el gusto popular.De
ahí que, como dice Carlos Monsivais en El encanto de las Utopías
dentro del Catálogo de la Exposición Identidades mexicanas, fue
“un pintor de cabecera de las multitudes, que vivió siempre un do-
ble reconocimiento, la admiración de la mayoría y la referencia iró
nica de la minoría”.
Orquideas para TI.
Y es que la producción artística de Helguera, con sus paisajes
paradisíacos, su gran capacidad fabuladora, su arte popular que
nos remonta a principios de siglo,y sus escenarios tan dulcemente
artificiales, fue descalificada por los amantes del arte puro con el
despectivo calificativode kitsch; lo redujeron a un simple pintor de
almanaques, denominación que aceptó sin dificultades, sin afecta-
ción ninguna, consciente siempre y, sin falsa modestia, de que el
grueso de la población y de sus múltiples admiradores, no sólo ad-
quirían las reproducciones de sus obras, sino que las exigían y las
disfrutaban con gusto verdadero. En una época de muy escasos
afectos culturales en materia de artes plásticas, de pocos museos
y de ausencia de bibliotecas, Jesús Helguera supo encarnar en su
obra artistica las sensaciones placentera de "lo bonito"
CENTINELAS DE LA PATRIA
eress...TU
Excelente el maestro Helguera
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