MARIA LA MADRE DE JESUS EL SALVADOR.
El mensaje de la Biblia sobre la maternidad revela aspectos
importantes y siempre actuales: en efecto, saca a la luz la
dimensión gratuita, que se manifiesta sobre todo en el caso
de las mujeres estériles, la alianza particular de Dios con la
mujer, y el vínculo particular entre el destino de la madre y
el del hijo. Al mismo tiempo, la intervención de Dios, en los
momentos importantes de la historia de su pueblo, hace
fecundas a algunas mujeres estériles, prepara la fe en la
intervención de Dios, que en la plenitud de los tiempos
hará fecunda a una Virgen para que su Hijo se encarne.
MARIA: LA GRAN PROMESA.
Mas de cuarenta siglos habían pasado desde que Dios Nuestro Se-
ñor, a raíz de la caída original y en la misma hora que fulminaba su
castigo sobre los culpables, dejó brillar, en medio de su enojo, un
rayo de luz y de esperanza, precursor de su inmensa misericordia.
Al tocar el turno a la serpiente tentadora, es decir al diablo,
le dijo Dios: "Enemistades pondré entre ti y la mujer, entre
tu posteridad y la suya: Ella quebrantará tu cabeza y tú mor-
derás su talón". (Gen. 3, 15). La Tradición cristiana ha visto
siempre en esas palabras, la gran promesa del Redentor futuro y
de su completa redención o victoria sobre el pecado y el demonio.
La Promesa divina se cumplió,hace ya casi dos mil años. Llegada,
en efecto según el plan divino, la plenitud de los tiempos, co-
mo aurora divina de redención apareció María Inmaculada y
llena de gracia, de la cual nació a su tiempo el divino Sol de
Justicia, Cristo Jesús, nuestro Redentor, el prometido Triun-
Fisonomía Exterior de María.
El gran Padre y Doctor de la Iglesia, San Ambrosio,dice a este res
pecto: "Era la Virgen María de alma prudente y corazón blando y
humilde, grave y parca en el hablar, aficionada a lecturas santas,
modesta en sus palabras, muy atenta a lo que hacía, y buscando en
todo siempre agradar a Dios y no a los hombres. A nadie molestó
jamás, a todos quiso bien, y tuvo particular respeto y reverencia a
los mayores. Nada duro o provocativo había en sus ojos o en su
mirar; nada de atrevido o inconsiderado en sus palabras; y en sus
acciones, nada que no fuese de todo punto digno y decoroso. Sus
gestos y su andar, nada tenían de ligero, suelto o petulante, antes
bien, procedía con todo orden y compostura, de suerte que, la mo-
destia y continente exterior de su persona eran como un bello refle-
jo de su alma, y podía servir como acabado ejemplar de toda pro-
bidad. Era Ella la mejor guarda de sí misma, y tan apacible en su
andar, en sus palabras y ademanes, que con sus pasos y movimien-
tos, más que avanzar en el camino parecía adelantar en la virtud.
Cuando hacía esta Virgen modestísima, podía tomarse como regla
de buen proceder y de virtud.
http://www.legiondemaria.org/biografia_de_la_virgen_maria.htm
¿Murió la Santísima Virgen María?
El Misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María está ínti-
mamente relacionado con nuestro destino final: la inmortalidad que
nos espera después de la muerte. Es sabido que la muerte no es
condición esencial para la Asunción. Y es sabido, también, que el
Dogma de la Asunción no dejó definido si murió realmente la San-
tísima Virgen. Había para entonces discusión sobre esto entre los
Mariólogos y Pío XII prefirió dejar definido lo que realmente era
importante:que María subió a los Cielos gloriosa en cuerpo y alma,
soslayando el problema de si fue asunta al Cielo después de morir
y resucitar, o si fue trasladada en cuerpo y alma al Cielo sin pasar
por el trance de la muerte, como todos los demás mortales (inclu-
sive como su propio Hijo).
http://www.homilia.org/virgen/index.htm
Hubo en la ciudad de Nazaret una virgen llamada María, compro-
metida en matrimonio con un hombre llamado José, del linaje de
David. Un ángel del Señor le reveló que, por haber hallado gracia
en los ojos del Señor, había sido elegida como virgen madre de
Aquel que salvaría a Israel de sus pecados (Mateo 1:18‑21). Ma-
ría pasó tres meses de su embarazo con Isabel su prima, que había
de ser la madre de Juan el Bautista. Al acercarse el tiempo del na-
cimiento de Jesús, María y José tuvieron que viajar a Belén por ra-
zones de impuestos (Lucas 2:1‑5). Fue allá donde nació Jesús en
un tosco establo (Lucas 2:6‑7). El ministerio público de Jesús co-
menzó con el milagro de Caná de Galilea en donde María procuró
que él proveyera el vino en la fiesta de bodas (Juan 2:1‑11). Ma-
ría presenció la crucifixión de su hijo. Estando pendiente de la cruz,
Jesús pidió a Juan, su discípulo amado, que tomara en la vida de
María el puesto del hijo agonizante, y a María le pidió trasladar su
afecto maternal a Juan (Juan19:25‑27).Tras la ascensión de Jesús,
María continuó como creyente devota del Camino, y la última vez
que aparece es en el aposento alto (Hechos 1:14). Afirma la tradi-
ción que se fue a Éfeso a vivir cerca de Juan, y que allí pasó sus úl-
timos años.
DEL EVANGELIO DE LUCAS:
(1,1-4) Lucas, siguiendo la costumbre de algunos historiadores de
su tiempo, nos entrega una introducción de su evangelio, en el cual
aclara a Teófilo la manera en que realizó su actividad investigativa
para escribir este documento,el evangelio según Lucas. Teófilo era
probablemente un gobernador romano; esto se deduce de la pala-
bra "excelentísimo" que utiliza Lucas, la que emplea sobre todo pa-
ra los gobernadores. Lucas operó de la manera en que lo hizo pa-
ra volver a investigar meticulosamente las cosas que ya eran ciertí-
simas entre los creyentes. A fin de que nada falso pudiera introdu-
cirse en torno a la persona de Jesús, Lucas vuelve a investigar to-
do por medio de la información de testigos oculares desde el prin-
cipio de la vida de Jesús. El propósito era que tanto Teófilo como
los demás lectores conocieran la verdad acerca de la vida de Jesús.
Entonces podemos concluir diciendo que: la fe está basada en he-
chos y no en historias ficticias.
Desde los tiempos de Isaías el profetizo que el Salvador naceria de
una Virgen, y Maria fue elegida pór Dios por su amor y entrega a
Dios para que fuera la madre que diera a luz al hijo de Dios. Prime-
ro veamos en Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal:
He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel. En ISAIAS 9:6, Porque un niño nos es nacido,
hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe
de paz. Nos vamos al momento en que un Ángel de Dios le comu-
nica a Maria que ella dara a luz al hijo de Dios. Vayamos a Lucas
1:26 al 38.
La escena va a tener lugar en la región de Galilea y en el villorrio
de Nazaret. La Galilea de entonces era una región mixtificada de
razas dedicadas al comercio. La frase de Isaías "Galilea de los gen-
tiles" (Is 8:23) tenía valor en este tiempo. Los judíos de la provin-
cia de Judea los despreciaban como a judíos no puros, por su mis-
tificación de razas y de costumbres, y en esta región casi "universa-
lizada" se realizo la encarnación redentora de Cristo. La Nazaret
actual (en-Nasirá) no da idea de lo que fue en los tiempos de Cris-
to. Su nombre probablemente significa "retoño" o "vigía." No es
citada nunca en los documentos extrabíblicos hasta el siglo VIII
d.C. (13).
Excelente prédica del famoso predicador internacional
Rubén Darío Hoyos, con mas de 90 paises visitados
en mas de 30 años de ministerio.
MARIA (Bellisimo canto)
eress...TU
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